Ocurrió en el Río Bravo, en Morelos, México.
Unos vecinos encontraron un bulto flotando en el río… toda la apariencia era de que se habían topado con un cadáver, seguramente una persona ejecutada… pero era algo aún más espeluznante.
Cuando hicieron el descubrimiento, se llevaron las manos a la cabeza y más de uno se habrá santigüado pensando que era un muertito envuelto.
Así que, poco a poco, se acercaron, juntando valor, para ver que había dentro de las sábanas que envolvían el “cadáver”.
Puedieron sacarlo del agua y comenzaron a desatarlo espantados, suponiendo que iban a encontrar a un paisano o paisana asesinados.
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Ya tenían batante miedo, pero lo que encontraron al desatar la última atadura que mantenía el secreto… los dejó helados.
Se trataba de un muñeco de ventrílocuo de dimensiones bastante grandes, tanto como para parecer una persona. Tenía una espantosa cara con el ceño fruncido y una guitarra entre las manos.
Además su mirada era diabóloca, penetrante y tenía garras como de ave de presa.
Los vecinos, horrorizados porque el hallazgo parecía cosa de magia negra, le prendieron fuego… ¡pero no se quemaba! Lo intentaron de nuevo si éxito y cada vez sentían más miedo.
Por eso, llamaron al sacerdote de la localidad, a ver si podía desentrañar el diabólico problema y ayudarlos a deshacerse de lo que les había traído el río.
Pero el cura puso los pies en polvorosa porque no quería saber nada con rituales demoníacos.
Podía ser que, como el rostro era de porcelana, no se quemara… ¿pero y la ropa?
Una de las explicaciones es que las prendas estaban demasiado mojadas, pero los vecinos sentían que el Mal estaba en aire y ya se estaban arrepintiendo mucho de haberlo “rescatado”.
Es investigador del caso, César Buenrostro, dice que los rituales de magia funcionan así, cuando se quiere hacer daño a alguien, se le representa con un muñeco y se le hace el mal deseado.
Otro investigador dijo que no es un muñeco de ventrílocuo, porque su boca está cerrada.
Lo que sí sabemos es que causó horror y se hizo viral.
Pero nadie sabe, hasta hoy, a ciencia cierta, qué sucedió y por qué este engendro estaba flotando en el río.
Pero terminó siendo quemado.
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