Se dice que cada metro de construcción de la carretera costó una vida. 
Se cuenta que con las temperaturas existentes en la zona, una persona, 
perdida en esos parajes, apenas aguanta 8 horas sin congelarse. Dice la 
historia que cientos o miles de personas fueron obligados a realizar 
trabajos forzosos para construir esa carretera transiberiana, la 
conocida como “Carretera de los huesos“, aquella donde los que se 
opusieron a Stalin lo pagaron con su vida siendo enterrados bajo su 
asfalto.
Y cuenta la leyenda que las almas de muchos de ellos vagan por allí. 
Durante un tramo de casi 30 kilómetros de esa carretera la cantidad de 
accidentes es altísima. Cuando los conductores afectados han sido 
preguntados por las causas que lo motivaron, ninguno hasta ahora ha 
recordado el motivo. Como consecuencia, los amantes de las leyendas, de 
los misterios se han lanzado a proclamar sus teorías fantasmales, aunque
 la que más científica de todas es aquélla que dice que los causantes 
tanto de lso accidentes como de los olvidos son unas filtraciones de un 
determinado gas…
Lo cierto es que en esa carretera, tan representativa de la barbarie 
humana y del genocidio, confluyen todos los ingredientes para pensar en 
hechos oscuros

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