Los inventos de Thomas Alva Edison nos han llevado a gozar en la
actualidad de la luz eléctrica, los equipos de sonido y hasta del cine,
lo cual lo ha consagrado definitivamente como todo un personaje en la
historia de la humanidad, cuyos descubrimientos se han convertido en
algunos de los más trascendentales de todos los tiempos, generando
además una base para la invención de otros aparatos y sistemas anexos.
Cuando por esas épocas, Edison anunció la posibilidad de poder descubrir un aparato con el que se pudiera establecer comunicación con los muertos, pues simplemente todos pensaron que se había vuelto loco. Sin embargo, algunos años después en 1959, la alucinante idea de este gran hombre tuvo en el sueco Friedrich Jürgenson al descubridor casual de este escalofriante aparato.
Con su sencillo grabador a pilas, Jürgenson acudió al campo para grabar el trinar de las aves, pero grande fue su sorpresa cuando al revisar la cinta, escuchó borrosas voces humanas que hablaban en sueco y en noruego mientras discutían sobre el canto de las aves.
Pensando que tal vez había recogido las señales de alguna radio cercana, repitió la experiencia, sólo para darse cuenta de que había logrado contactarse de alguna manera con el otro mundo. Experiencia que le significó incluso la posibilidad de recibir comunicación directamente hacia él de parte de los espíritus, quienes le manifestaban ser amigos o parientes.
A partir de ahí, varios científicos trabajaron en la investigación de este asombroso fenómeno –y aún ahora lo siguen haciendo- para desentrañar los misterios de esta comunicación con el más allá.
Hasta la NASA encontró interesante el descubrimiento de estas voces y aunque nunca revelaron los resultados de sus investigaciones, se sabe que los dan por auténticos y posibles.
Si bien el Vaticano no ha dado una opinión contundente sobre el tema, se sabe que hay mucha apertura sobre este hecho y son varios los sacerdotes científicos que estudian el fenómeno psicofónico.
Cuando por esas épocas, Edison anunció la posibilidad de poder descubrir un aparato con el que se pudiera establecer comunicación con los muertos, pues simplemente todos pensaron que se había vuelto loco. Sin embargo, algunos años después en 1959, la alucinante idea de este gran hombre tuvo en el sueco Friedrich Jürgenson al descubridor casual de este escalofriante aparato.
Con su sencillo grabador a pilas, Jürgenson acudió al campo para grabar el trinar de las aves, pero grande fue su sorpresa cuando al revisar la cinta, escuchó borrosas voces humanas que hablaban en sueco y en noruego mientras discutían sobre el canto de las aves.
Pensando que tal vez había recogido las señales de alguna radio cercana, repitió la experiencia, sólo para darse cuenta de que había logrado contactarse de alguna manera con el otro mundo. Experiencia que le significó incluso la posibilidad de recibir comunicación directamente hacia él de parte de los espíritus, quienes le manifestaban ser amigos o parientes.
A partir de ahí, varios científicos trabajaron en la investigación de este asombroso fenómeno –y aún ahora lo siguen haciendo- para desentrañar los misterios de esta comunicación con el más allá.
Hasta la NASA encontró interesante el descubrimiento de estas voces y aunque nunca revelaron los resultados de sus investigaciones, se sabe que los dan por auténticos y posibles.
Si bien el Vaticano no ha dado una opinión contundente sobre el tema, se sabe que hay mucha apertura sobre este hecho y son varios los sacerdotes científicos que estudian el fenómeno psicofónico.
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