Entre 1587 y 1590, los miembros de la colonia inglesa de la Isla de
Roanoke (en el condado de Dare, actual Carolina del Norte, Estados
Unidos) desaparecieron sin dejar más rastro que una palabra escrita en
un árbol: “Croatoan”.
Hace algunas semanas, un equipo de arqueólogos de la “First Colony
Foundation” publicó una investigación que pretende responder al gran
interrogante respecto del destino de esta población. Su hipótesis planeta que los colonos se habrían fusionado con una población nativa. Un grupo de objetos encontrados a 80 kilómetros de Roanoke apuntalaría esta teoría.
La historia es la siguiente: en 1587 llegó a la Isla de Roanoke una
misión británica, al mando de John White, con órdenes de establecer una
allí una colonia. Los colonos eran hombres y mujeres preparados para
trabajar la tierra. Se instalaron 90 hombres, 17 mujeres y 11 niños, y
White volvió a Gran Bretaña. Cuando regresó a la isla, en 1590,
no encontró allí a nadie, ni rastro alguno de su presencia. Las
investigaciones demostraron que las casas habían sido desmanteladas,
pero no se encontró señal alguna de lucha.
En el 2012, el Museo Británico halló en un viejo mapa dibujado por
White una serie de marcas que indicaban la existencia de una supuesta
fortaleza a 80 kilómetros de la colonia. Allí se dirigieron los
investigadores, y encontraron una serie de objetos: piezas de cerámica
de estilo inglés, herramientas de metal, espadas europeas y mosquetes
primitivos, todo datado del siglo XVI. ¿Habrían pertenecido a los
habitantes de Roanote? Los especialistas estiman que sí, y añaden que
los colonos se habrían juntado con un grupo de nativos, probablemente los indios croatoan, lo que explicaría el sentido de la inscripción hallada.
Comentarios
Publicar un comentario