El 5 de diciembre de 1945 una escuadrilla de cinco aviones torpederos
Avenger TBM-3, pertenecientes a las Fuerzas Aéreas norteamericanas,
desaparecieron sin dejar rastro durante unos vuelos de práctica a pocos
minutos de haber partido de su base de Fort Lauderlade, Florida. La
desaparición se produjo en la zona que popularmente se conoce como “El
Triángulo de las Bermudas”.
La flota de aviones, bajo el nombre clave de vuelo 19, estaba preparada
para afrontar condiciones de clima adverso y estaban provistos de
combustible suficiente para volar cerca de 1.800 kilómetros. Sin
embargo, las condiciones del clima en ese día eran más que favorables
(apenas unas pocas nubes en el cielo), y las desapariciones se
produjeron cuando los torpederos habían volado apenas unos 120
kilómetros desde el despegue.
Casi dos horas después de haber salido de la base militar, el piloto del
avión insignia, el teniente veterano de marina Charles C. Taylor habló a
la torre de control desconcertado. Habían perdido el rumbo. “No estamos
seguros de nuestra posición. No podemos avistar tierra”, repetía el
hombre a cargo de la escuadrilla de aviones. “Todo parece raro… hasta el
océano está distinto…parece que estuviéramos sobre aguas blancas…”
Las comunicaciones entre los pilotos y la torres de control se fueron
entrecortando hasta desaparecer por completo. Algunos minutos después
fue enviado un hidroavión para iniciar la búsqueda de la flotilla
perdida, pero a los 27 minutos de salir de la base, el hidroavión
también desapareció.
La zona del Triángulo de las Bermudas es reconocida mundialmente por los
misterios que encierra. Es un área de casi 4 millones de kilómetros
cuadrados que se extiende desde Melbourne, en la punta de la península
de Florida, hasta Puerto Rico y las islas Bermudas. Cientos de
desapariciones de barcos y aviones a lo largo de su historia le han dado
su velo de misterio que aún hoy lo hacen famoso.
Es preciso aclarar que la zona es una de las más transitadas del mundo
por aviones y por barcos, y que no todos desaparecen. De hecho,
comparativamente hablando son apenas unos pocos. Pero la manera en que
los aparatos que han desaparecido, lo han hecho sin dejar rastros es lo
que llama la atención. Es un misterio porque no existen explicaciones
lógicas a tales desapariciones.
Ante estos hechos, las teorías hablan de superposición de dimensiones,
abducciones alienígenas, burbujas de gas metano, influencia de viejas y
extrañas máquinas de la civilización perdida de la Atlántida,
experimentos ultrasecretos del gobierno estadounidense, etc. En
cuestiones de conjeturas, las teorías son amplísimas.
Sin embargo, hace un tiempo ya que el Triángulo de las Bermudas ha
dejado de sonar con fuerza en los ámbitos del mundo paranormal o de los
misterios. No ha habido desapariciones que contar. No parece que los
aviones o los barcos de hoy se pierdan en sus aguas. Tal vez se cerró el
portal dimensional.
Tal vez, los extraterrestres se han aburrido de secuestrar humanos. Tal
vez, a las viejas máquinas de la Atlántida se le han acabado sus
baterías. Tal vez el gobierno norteamericano esté cansado de
experimentos ultrasecretos en esas aguas, y ahora esté apuntando con sus
conspiraciones a otras regiones del mundo, un poco más lejos de su
casa.
O puede que el Triángulo sólo se esté tomando un respiro...
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